La Copa América corrió serio riesgo. El rechazo de algunos gobiernos para albergarla, la imposibilidad de otros, la situación sanitaria y hasta la voluntad de los jugadores, fueron obstáculos para la realización de un torneo que de hacerse tendrá un contexto inédito. Inclusive, aún se espera una determinación de la Justicia de Brasil para asegurar que se hará.