Los amigos del poder, suelen ser los desaparecidos de la derrota. La imposibilidad de conseguir quórum el martes pasado por parte del oficialismo en la Cámara Baja, develó la problemática de ser una simple primera minoría parlamentaria y no una mayoría.

Sin quórum propio ni expectativa electoral de obtenerlo, el oficialismo enfrenta múltiples problemas en Diputados, porque la sensación de "pato rengo" de dos años, es una sombra que sobrevuela el recinto y nadie quiere quedar pegado.

Hoy el bloque oficialista tiene una potencia importante: 120 diputados. Pero el quórum se alcanza con 129 y conseguir 9 legisladores dispuestos a "quedar pegados" no es sencillo. Especialmente porque, por fuera de los bloques opositores, el primero cercano al oficialismo es Córdoba Federal, con 4 diputados y cercano al gobernador mediterráneo Juan Schiaretti.

No parece que el cordobés ande con muchas ganas de compartir derrotas con el gobierno. El Frente de la Concordia Misionero bien podría ser un bloque con el que el gobierno podría contar, pero son 3 legisladores. Todavía faltarían 6. El bloque del legislador José Ramón, cercano a Massa tiene 2 miembros. Y siguen faltando, hay muchos unibloques con los que negociar.

Todo eso, considerando que siempre el gobierno tenga presentes a la totalidad de sus 120 miembros, algo que nunca es tan sencillo. Sin tener en cuenta además, la recomposición del cuerpo después de las elecciones del 14 de noviembre. La división de poderes es una problemática seria que el oficialismo no parece poder resolver en el corto plazo.