No es mucho, comparado con otros países donde la cosa ha avanzado a un ritmo mucho mas vertiginoso, pero es bastante más de lo que se preveía hace unos días, cuando el desabastecimiento de vacunas presagiaba un problema irresoluble.

La Argentina ya vacunó a más del 9% de su población contra el Covid 19, con la tres vacunas con las que ha contado: la Sputnik V rusa, la Sinopharm rusa y la de Astrazeneca, aunque en este último caso en cuentagotas.

Ayer, arribó al país otro cargamento de un millón de dosis proveniente de China, lo que abre una nueva esperanza de poder proteger a buena parte de los argentinos, antes que la segunda ola comience a hacer estragos.

Otro de los aspectos que colaboró al impulso del plan de vacunación, fue la estrategia de mandar vuelos a Rusia cada 48 horas, a traer unas pocas dosis de Sputinik (una 300 mil por viaje), porque el gobierno ruso tiene problemas de producción y se ha comprometido con demasiados países, lo que hace que todos ellos estén atentos a llevarse lo que puedan.