La estrategia de la oposición respecto al acuerdo con el FMI, quedó colgada de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos. La idea de Patricia Bullrich de que la oposición solamente debería acompañar si todo el kirchnerismo lo hace, corre como reguero de pólvora entre los diputados.

"El gobierno no tiene como aprobar el acuerdo sin nosotros, si La Cámpora no acompaña, son como 30 los diputados que responden a Máximo", dice una fuente del bloque opositor.

La jugada además tiene una característica adicional: cuando el proyecto entre en tratamiento en comisiones, los camporistas pedirán cambios en un sentido y los de Juntos pedirán modificaciones en otro sentido, lo cual hará que la iniciativa se transforme en inviable.

Todavía hay un debate interno dentro del bloque opositor. Hay quienes sostienen que primero está la responsabilidad institucional y el acuerdo es sustancial para la supervivencia del país, pero muchos otros, cada vez más argumentan que: "mirá si ellos nos iban a dar los votos que nosotros no conseguíamos" en referencia a cuando era presidente Mauricio Macri.