Todo comenzó cuando Hollis salió ileso cuando un amigo que vivía con él se enfermó gravemente con el COVID-19. Tres meses después del suceso, en una conversación que sostenía con el médico Lance Liotta, el escritor le comentó de manera casual la experiencia de convivencia que había tenido con su amigo y cómo había salido airoso de un posible contagio.