Independiente le ganó a Estudiantes de La Plata en la definición por penales por 4 a 1, luego de que el partido hubiese finalizado empatado en cero y se clasificó semifinalista de la Copa de la Liga. El Rojo de Avellaneda es, uno de los cuatro mejores del torneo.

El partido en el primer tiempo fue flojo, como pocos. Trabado, marcado, la pelota volando por el aire casi todo el tiempo, un bodrio. La primera cosa para rescatar ocurrió recién a los 27 minutos, cuando Estudiantes cabeceó tres veces en el área de Independiente y terminó pegando en el travesaño.

Ese fue el único y exclusivo argumento de Estudiantes. Que alguien cabecee y si bien Independiente es mas frágil en este juego, Juan Insaurralde y Sergio Barreto, se han ido consolidando como dupla central, ya no es tan sencillo.

Cerca del final del primer tiempo, la abrumadoramente mayor tenencia de Independiente se empezó a transformar en jugadas de riesgo. A los 44 Palacios encaró por la derecha, mandó un centro a la altura del área chica y Andujar se la manoteó a Romero antes que llegue a tocarla.

Y a los 45 el pibe Velasco se sacó a dos de encima por izquierda, entró al área, mandó el centro atrás, Romero se la punteó a Palacios que tardó mucho y le pego mal.

El segundo tiempo empezó como terminó el primero. Con Independiente con la pelota y llevando cierto riesgo. En un lanzamiento largo, a los 5m, Andujar llegó justo antes que Palacios y a los 6, Domingo Blanco llegó mano a mano con el arquero y la tiro muy por arriba.

A los 8 minutos, otra vez Blanco, que hizo un muy buen partido, la roba por derecha, manda el centro en paralelo a la raya, y nadie llega a empujarla.

Como suele pasar, a los 13 minutos, el árbitro decidió que lo de Independiente terminaba ahí. Un par de minutos antes había amonestado al lateral Thomas Ortega por una falta que no fue y que, de haber sido, de ningún modo merecía amonestación, y a los 13, el lateral de Estudiantes, Godoy, se tiró de panza, pasando por al lado de Ortega. Falta, segunda amarilla e Independiente con diez.

El Rojo era mejor, pero esta claro que no le sobra nada. Con diez jugadores es menos que cualquiera. Y los árbitros, que son claramente espantosos, casi siempre son espantosos en contra del mismo. Eso resulta curioso. Tampoco parece lógico creer que los viernes se junten todos en un bar y especulen con como van a perjudicar siempre al mismo. Da la sensación que son de los peores del mundo y también da la sensación de que siguen instrucciones.

Siguiendo con el partido, luego de la expulsión Independiente se refugió atrás y Estudiantes, tiró mas centros, pero no vulneró nunca a los centrales. Ni siquiera el arquero Sosa decidió salir a cortar demasiado, ni tuvo atajadas determinantes. Los de La Plata fueron y nada más.

Por eso el Rojo decidió que de vez en cuando podía convenir contragolpear y a los 27 salió un pelotazo largo para Romero que llegó mano a mano con al arquero y se durmió, después se enredó y se lo perdió.

Y a los 32, Bustos fue por derecha a buscar un pase largo de Velasco, desbordó, centró, y Romero otra vez la tiró a las manos de Andujar.

De tanto ir y venir los centros, en uno la pelota le cayó al lateral de Estudiantes, Godoy, solito frente a Sosa, y la tiró unos cuatro metros por arriba.

Y así terminaron los 90 porque el que tenía 10 jugadores no podía más y el que tenía 11 estaba frustrado de tirar centros y no poder cabecearlos. Y llegaron los penales.

Y ahí apareció el arquero uruguayo Sebastián Sosa, que no para de atajar penales desde que llegó a Independiente. El primero lo convirtió Silvio Romero para el Rojo, y Sosa se lo atajo a Cauteruccio. Luego convirtió Lucas Rodríguez para los de Avellaneda y Sosa se lo contuvo a Noguera. En el tercer penal, el mejor jugador que tuvo hoy Independiente, Blanco, la puso lujosamente contra un palo, y luego, el Rodríguez de Estudiantes convirtió el único tanto del León. Definió la cosa el "Chaco" Martínez, suave a un costado, 4 a 1 y a cobrar.

Independiente es semimifinalista de la Copa de la Liga y parece complejo que avance mas que eso. No tiene plantel para jugar con 10 y recibir la sanción de penales inventados todos los partidos. Es un grupo de chicos de mediano nivel que trata de asentarse en primera, mas un par de jugadores experimentados, casi a punto del retiro, como el gran Insaurralde de 36 años.

Terminó emotiva la cosa. Don Julio Falcioni lloraba mucho, le agradecía al cielo, tal vez a su esposa que falleció hace solamente unos días. La agradecía el milagro de doblegar la obvia mala voluntad humana.