Lo que ves es una región oscura central donde reside el agujero, rodeada por la luz proveniente del gas sobrecalentado acelerado por inmensas fuerzas gravitatorias. Para la escala, el anillo es aproximadamente del tamaño de la órbita de Mercurio alrededor de nuestra estrella.

Eso es alrededor de 60 millones de kilómetros de ancho. Afortunadamente, este monstruo está muy, muy lejos, a unos 26.000 años luz de distancia, por lo que no hay posibilidad de que lleguemos a ningún peligro.

Un agujero negro es una región del espacio donde la materia se ha colapsado sobre sí misma y la atracción gravitacional es tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. 

Estos agujeros negros surgen de la desaparición explosiva de ciertas estrellas grandes y algunos son realmente enormes y tienen miles de millones de veces la masa de nuestro Sol. Sin embargo, se desconoce cómo se formaron estos monstruos, que se encuentran en los centros de las galaxias, pero está claro que energizan la galaxia e influirán en su evolución.

La imagen fue producida por un equipo internacional llamado colaboración Event Horizon Telescope (EHT). 

A una distancia de 26.000 años luz de la Tierra, Sagitario A*, o Sgr A* para abreviar, es un pequeño pinchazo en el cielo. Para discernir tal objetivo se requiere una resolución increíble. El truco del EHT es una técnica llamada interferometría de matriz de línea de base muy larga (VLBI). Esencialmente, esto combina una red de ocho antenas de radio ampliamente espaciadas para imitar un telescopio del tamaño de nuestro planeta.