La receta de restringir actividades productivas y controlar precios fracasó antes, hoy y lo hará siempre. Desde el inicio de la pandemia, no solo aumentaron gravemente los precios, sino que hay 72% menos de variedad de productos en las góndolas. Buscan frenar los engranajes de la producción, cuando el kirchnerismo debería, de una vez por todas, ponerse de cabeza a fortalecer los resortes institucionales y así generar confianza a quienes buscan invertir y generar empleo. Esto requiere un esfuerzo político, articular soluciones con todos los sectores y establecer un plan para poner al país de pie.