El jueves la Comisión Europea comunicó que examinará la solicitud de Gran Bretaña de extender un período de gracia para las reglas posteriores al Brexit sobre las importaciones de carne refrigerada para Irlanda del Norte, parte de la llamada “ guerra de las salchichas” entre Londres y Bruselas.

La comisión dijo que había recibido la solicitud el jueves para posponer hasta el 30 de septiembre el plazo fijado para principios de julio. "La Comisión ahora evaluará esta solicitud", dijo un comunicado. “La Comisión ya ha indicado su disposición a encontrar soluciones en línea con el Protocolo” para Irlanda del Norte en el marco del acuerdo Brexit. "Para que eso suceda, el Reino Unido debe implementar completamente el Protocolo", agregó.

El vicepresidente de la comisión, Maros Sefcovic, se pondrá en contacto con el ministro del Brexit, David Frost, para concertar una reunión sobre la solicitud lo antes posible. Gran Bretaña y la Unión Europea han acordado que un "protocolo" especial regirá el comercio con Irlanda del Norte en el panorama posterior al Brexit como parte de su acuerdo de divorcio.

Desde principios de 2021, la provincia se ha mantenido efectivamente dentro de la unión aduanera de la UE y el mercado único de mercancías. El plan evita una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, un antiguo punto de inflamación en el conflicto sectario que terminó en gran medida en 1998.

Sin embargo, el protocolo es profundamente impopular dentro de la comunidad unionista pro-Reino Unido de Irlanda del Norte, que argumenta que crea una frontera de facto con el Reino Unido continental.

Si bien se han acordado varios períodos de gracia, Londres amenaza con actuar unilateralmente para extender el próximo que entrará en vigencia el próximo mes. Bruselas consideraría que tal movimiento deshace los acuerdos posteriores al Brexit negociados con minucioso detalle desde el referéndum de 2016.

La disputa dominó la cumbre del G7 en Inglaterra el pasado fin de semana cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, y los líderes de la UE se batieron en duelo sobre el tema, que se convirtió en un enfrentamiento sobre la soberanía del Reino Unido sobre Irlanda del Norte. Las tensiones son altas en el territorio que está dividido entre nacionalistas pro-Irlanda y unionistas pro-Reino Unido.

Por lo tanto, existe el temor de que los disturbios reaparezcan en julio, una época tradicional de trastornos en Irlanda del Norte, si no se resuelve el descontento por el protocolo.