Google se enfrenta a una demanda de 25.000 millones de euros en el Reino Unido y la Unión Europea, dado que se acusa a la empresa de tecnología de conducta anticompetitiva en el mercado de la publicidad digital.

La empresa, que es un actor clave en el mercado publicitario en línea además de ser una fuerza dominante en las búsquedas, está acusada de abusar de su poder en el mercado de la tecnología publicitaria, que coordina la venta de espacios publicitarios en línea entre editores y anunciantes.