Google se enfrenta a una demanda de 25.000 millones de euros en el Reino Unido y la Unión Europea, dado que se acusa a la empresa de tecnología de conducta anticompetitiva en el mercado de la publicidad digital.

La empresa, que es un actor clave en el mercado publicitario en línea además de ser una fuerza dominante en las búsquedas, está acusada de abusar de su poder en el mercado de la tecnología publicitaria, que coordina la venta de espacios publicitarios en línea entre editores y anunciantes.

“Los editores, incluidos los medios de comunicación locales y nacionales que desempeñan un papel vital en nuestra sociedad, se han visto perjudicados durante mucho tiempo por la conducta anticompetitiva de Google”, dijo Damien Geradin, del bufete de abogados belga Geradin Partners, que está involucrado en el caso de la UE.