De no conocer las circunstancias y si no fuese por el poco tiempo que Mark Daigneault le dio en cancha en relación al nivel que mostró, pocos podrían haber adivinado que eran los primeros minutos de Gabriel Deck en la NBA.

El santiagueño ingresó con una tranquilidad envidiable y mostró perlas de lo que sabe hacer. Anotó 2 puntos, bajó 2 rebotes y dio 2 asistencias en 15 minutos en los que estuvo en cancha.

A pesar de ello, su equipo, Oklahoma City Thunder perdió 1 a 1 contra New Orleans Pelicans. No sólo su nivel, sino también el de su pobre equipo, requieren que el “Tortu” tenga más minutos.

Es lógico que haya jugado poco, dado que fue su debut, pero claramente tiene espacio para desarrollarse en una franquicia plagada de jugadores jóvenes y sin una super figura. De hecho, cuando el argentino ingresó tuvo la tarea de jugar emparejado con la gran estrella rival: Zion Williamson, uno de los jugadores más prometedores de la liga.

El ex jugador de Quimsa y San Lorenzo lo encaró y anotó sus puntos frente a él en la primera y única opción de ataque con pelota que dispuso en la primera mitad. Poco después dejó una asistencia de faja tremenda, tras una recuperación de un compañero, como imborrable carta de presentación.

Además, en defensa, se mostró muy sólido e incomodó al joven prospecto estadounidense. En la segunda mitad, ingresó cuando terminaba el tercer cuarto y se quedó durante casi la mitad del último.

Solo sumó una asistencia para la planilla pero continuó con la buena marca sobre el mejor jugador rival, con la dificultad extra de que no solo es extremadamente talentoso y fuerte físicamente, sino que además encabeza prácticamente todas las ofensivas de su equipo.

Por el nivel mostrado a lo largo de la liga, habrá que acostumbrarse a ver a Deck en un equipo en el que independiente de su nivel personal, no conseguirá muchos triunfos, al menos en lo que queda de esta temporada. De cara a futuro tiene muy buenas proyecciones para rearmarse con jóvenes talentos.