En un posteo prolongado, de varios mensajes enlazados como un hilo en la red Twitter, el presidente se expresó por primera vez desde que se inició la crisis política con el sector kirchnerista de la coalición de gobierno.

"La coalición de gobierno debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda reesponsabilidad. Debemos hacerlo, y lo haremos, para asegurar que se satisfagan las necesidades de nuestro pueblo" empezó el presidente.

Fernández continuó: "Nosotros tenemos que dar respuestas honrando el compromiso asumido en diciembre de 2019, de cara a la sociedad. No es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen de ese camino" y luego afirmó que: "Nuestro mayor desafío es continuar el proceso de reactivación ya iniciado, promover el empleo y garantizar la educación y la salud de nuestro pueblo. En cada acción que llevemos adelante, en cada decisión, ese debe ser nuestro norte".

El presidente siguió tiuteando y expresó que: "Agradezco el apoyo de gobernadores, de intendentes, de dirigentes del movimiento obrero y de la ciudadanía en estas horas. Valoro el gesto de las organizaciones sociales y de todos los que me manifestaron su afecto impulsando una movilización en mi apoyo. Aun así, prefiero que toda esa fuerza que implica una movilización de esa magnitud se canalice para construir la épica militante que ayude a argentinos y argentinas a desentrañar el dilema que se nos plantea en noviembre".

Pero luego llegó la reafirmación de autoridad por su parte: "He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi. La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido. Lo haré llamando siempre al encuentro entre los argentinos", en lo que sonó un desafío a la ex presidenta.

La cosa no parece que vaya terminar acá, especialmente después del mensaje, no tan subliminal del último tuit.