En un partido de candidatos, Bélgica se impuso a Portugal por 1 a 0 y pasó a los cuartos de final de la Eurocopa en un partido vibrante, en el que el equipo luso manejó las acciones pero nunca pudo dañar a los belgas.

Se enfrentó un equipo dinámico, moderno e inteligente, con otro que tiene dos o tres figuras desnivelantes y un jugador diferente: Cristiano Ronaldo.