La nueva generación de España respetó la tradición, aunque quizás demasiado. El conjunto que gozó del beneficio de la localía en Sevilla abrumó en tenencia y circulación pero no pudo superar a Suecia. Fue 0 a 0 y si bien los de Luis Enrique merecieron un poco más, el premio fue para los nórdicos.

Los ibéricos presentaron a un equipo muy joven, con un promedio de edad de 25 años y exponentes como Pedri, jugador del Barcelona, de 18 y Ferrán Torres, del Manchester City, de 21 años. Sin embargo, y a pesar del recambio generacional, el conjunto de Luis Enrique no perdió la filosofía de juego ya tradicional que adquirió con Luis Aragonés y continuó con Vicente Del Bosque, en las Eurocopas 2008 y 2012 y en el Mundial 2010: tres torneos que la Roja ganó.

Tuvo mucho la pelota, con un ritmo bastante lento y una apuesta permanente por el desgaste y posterior error rival. Tuvo un par de acciones interesantes, pero la más clara del primer tiempo llegó en el tramo final del primer tiempo a partir de un error de un defensor sueco que derivó en un mano a mano con ángulo y tiempo que Álvaro Morata desperdició.

Suecia esperó con once futbolistas en su campo. Dos líneas de cuatro bien juntas y los dos delanteros por delante, también con más tareas defensivas que ofensivas. No se desordenó y no sufrió salvo la mencionada desconcentración.

En ataque, aspiró a una acción salvadora, que estuvo muy cerca de llegar. Casi inmediatamente después de la chance de Morata, Alexander Isak, designado por los escandinavos como el heredero natural de Zlatan Ibrahimovic, tuvo una clarísima acción en base a potencia y habilidad. Después de luchar bastante consiguió definir y el tiro superó al arquero Unai Simón, pero Marcos Llorente, el comodín del Atlético Madrid, salvó en la línea con ayuda del palo.

En la segunda mitad, la paciencia, que en el primer tiempo parecía una virtud de España, se transformó en un defecto. Los de Luis Enrique fueron poco agresivos y el rival entendió que de no cometer errores individuales no sufriría peligro.

En consecuencia, los escandinavos comenzaron a animarse y tuvieron las mejores acciones del complemento a partir del muy buen partido de Isak. Incluso, pudo tener periodos un tanto más prolongados de posesión, más allá de que en ese aspecto dominó la Furia, que utilizó mucho más para descansar y hacer correr el tiempo que para generar peligro ofensivo.

Sin embargo, desde que Isak fue reemplazado, todo volvió a ser de España, Sobre el final, el retrasado ingreso de Gerard Moreno le ofreció mayor peso ofensivo pero no le alcanzó. Si bien clasifican los dos primeros y los cuatro mejores terceros, el triunfo sorpresivo de Eslovaquia sobre Polonia en este mismo grupo puede llevar a un eventual aprieto para la Roja. De hecho, la fecha que viene enfrentará a la urgida selección de Robert Lewandoski.