Lo de Dinamarca empezó lindando la tragedia. En su primer encuentro del torneo con Finlandia, su estrella Christian Erikssen murió unos minutos en el campo de juego. Lo reanimaron, los hospitalizaron y un par de horas después del partido siguió. Lógicamente, Dinamarca perdió. El partido siguiente, volvió a perder y parecía afuera de todo.