Tras cinco años de ardúo trabajo, la NASA confirmó que este 26 de septiembre a las 19.14 hora local (20.14 hora argentina y 23.14 GMT), una nave espacial chocará contra el asteroide de Dimorphos, de 160 metros de diámetro, para desviar su trayectoria. A pesar de que este no supone ningún peligro a la tierra, la misión tiene como objetivo probar una nueva tecnología que intenta proteger a nuestro planeta de posibles colisiones de objetos espaciales.