El hecho es al menos curioso. La policía de la Ciudad, cuyo jefe final es Horacio Rodríguez, que dice no estar de acuerdo con el toque de queda, reprimió manifestantes que protestaban contra el toque de queda. Si leyó bien.

Cuando el presidente de la Nación Alberto Fernández, anunció que sacaría a las fuerzas federales para hacer cumplir el último decreto que ordena las restricciones, lo hizo sugiriendo que las fuerzas de Larreta no lo hacían.

Pero ayer, un grupo de manifestantes se desprendió de la marcha en el Obelisco y se fue a Plaza de Mayo. La situación es confusa, no queda claro quien ni como empezó los altercados, pero lo llamativo es que, los primeros en reprimir, fueron policías del Ciudad de Buenos Aires. Amigos son los amigos.