Marcela Martin decidió ir por primera vez a la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) hace más de 30 años por invitación de la madre, quien era habitual alumna de la institución. Recordemos que hace ya más de 2 meses que 19 integrantes de la EYBA están procesados por delitos de asociación ilícita, trata de personas con fines de explotación sexual y lavado de activos.

 Marcela Martín, declaró en los medios y dijo que “No, no es verdad que las alumnas eran obligadas a tener relaciones sexuales. Nadie me obligo a tener relaciones sexuales por dinero. En 30 años jamás vi una cosa semejante. Ni la vi y ni la presencié. Ninguna de mis amigas ni mis amigos vivieron una situación como la que describre la justicia”, además sostuvo que “La verdad es que todo es un invento maquiavelico del señor Pablo Salum. Inventó una historia con la mente perversa que tiene. La justicia le creyó, se armó una causa a partir de esta historia de terror plagada de metiras, contradicciones, de odio y maldad”.

 Por otra parte negó que los alumnos estaban obligados a entregar grandes sumas de dinero, o propiedades, “Nadie debía entregar nada. Los aportes económicos eran voluntarios. Tengo dos departamentos en el mismo edificio donde funciona la EYBA y las escrituras están a mi nombre. No había obligación de hacer aportes mensuales”.

 Por último cerró la nota a La Nación diciendo “Es una escuela (EYBA) donde se enseña filosofía como herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas. Los únicos requisitos son no hacer daño a otra persona y no robar. Me gustaría que la sociedad escuche la verdad, hasta ahora escucharon una parte mentirosa y maliciosa”, y agregó: “Somos 170 alumnos. Desde el 12 de Agosto estamos todos presos, nos privaron la libertad. Algunos están de un lado de las rejas y otros estamos del otro lado”.