El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, declaró en su primer informe de gestión ante el Senado, que al asumir la administración hallaron un proceso económico insostenible y una grave destrucción de la moneda y la credibilidad de Argentina. Criticó duramente a los piqueteros y el manejo de los planes sociales, describiendo un sistema "parecido a un esquema de esclavitud moderno".

Describió una situación preocupante al asumir, un proceso de decisiones contradictorias que causaron inestabilidad económica. Habló de la degradación de la moneda, negligencia en el manejo de reservas e infraestructura, y la pérdida de "credibilidad" de la nación. El objetivo principal es la reconstrucción de la credibilidad, primero internamente y luego externamente para promover un camino de crecimiento y desarrolló, postuló.

Criticó al Estado ineficaz y caro, que brinda servicios de pésima calidad a los ciudadanos. Destacó altos niveles de déficit e inflación como problemas adicionales.

“Sorprendió la estructura piramidal y autoritaria creada por las organizaciones sociales manejando planes y programas estatales”, dijo. Describió un sistema de castigos y amenazas, y la explotación de los beneficiarios para enriquecer a aquellos en posiciones superiores, similar a "un esquema de esclavitud moderno".

Con relación a la Ley Bases y el paquete fiscal, defiende su propósito a largo plazo y resalta el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones como un medio para atraer inversiones de gran volumen, subrayando la necesidad de generar confianza mediante la seguridad jurídica.