Elizabeth Kenny, nació en Warialda, Nueva Gales del Sur, Australia el 20 de Septiembre de 1880. Criada en el seno de una familia humilde fue educada por su madre en casa, hasta poder asistir a las escuelas de Guyra en Nueva Gales del Sur y Nobby, en Queensland.

A la edad de 17 años sufrió un accidente doméstico que la llevó a estar internada bajo los cuidados del Dr. Aeneas McDonnell, en donde descubrió su afición por el funcionamiento de los músculos del cuerpo humano, tras leer todos los libros de medicina que disponía a su alcance.

 A los 18 años comenzó su carrera en el ámbito de la salud al participar como enfermera no acreditada en el distrito de Clifton, Queensland. En el año 1907 pudo establecerse en la casa de un primo en Guyra, y logró conseguir su título de enfermera certificada. Años más tarde ejerció su profesión al supervisar un hospital provisional durante una epidemia de gripe, ayudando a una amiga con la rehabilitación de su hija que había sufrido una parálisis cerebral que afectaba por sobre todo a los músculos inferiores, imposibilitando la flexión y también cuidando a su propia madre, ejerciendo como enfermera desde casa.

Hacia el año 1929, Kenny conoció una familia que refaccionó una clínica en Townsville para que su hija pudiera recibir tratamiento por la poliomielitis. Tras varios meses de cuidados supervisados por la propia Kenny, la niña volvió a caminar y retomó su vida normal.

Queensland sufrió el mayor brote de polio para el año 1932, por lo que eran hospitalizadas e inmovilizadas por largos períodos con yesos en sus miembros, lo que afectaba aún más su movilidad, ya que sus músculos se atrofiaban. 

En 1934, Elizabeth Kenny revolucionó la rehabilitación de pacientes con polio, creando un método que implementó en niños durante la fase aguda de la enfermedad. El mismo consistía en colocar compresas calientes y húmedas para relajar los músculos, aliviando el dolor y permitiendo la movilidad de los miembros y su futura recuperación. Ella sostuvo que esta sería la forma de reeducar los músculos para que volvieran a funcionar. 

A pesar de que los doctores no le permitieron la práctica oficial de esta rehabilitación, pudo demostrar de manera particular la recuperación de algunos niños en fase aguda de la enfermedad, conocidos como el método Kenny.

Hacia el año 1940, Kenny viajó a Minneapolis, Estados Unidos, con el fin de abrir centros de recuperación y rehabilitación, conocidos como el Instituto Sister Kenny, con renombre mundial en el tratamiento contra la poliomielitis.

Su método alternativo fue tan eficaz, que recibió el reconocimiento honorífico de la Universidad de Rutgers, y de Rochester. Asimismo, el presidente Franklin D. Roosevelt le concedió un almuerzo para conocer más a fondo su labor y e presidente Harry Truman le permitió el ingreso a los Estados Unidos sin visa, beneficio que se les brindaba a los ciudadanos honoríficos no estadounidenses.

El 5 de Octubre de 1997 se funda la Casa Conmemorativa de la Hermana Kenny, en Nobby, Queensland, celebrando el trabajo de toda su vida.

La Australiana ilustre falleció a la edad de72 años, el 20 de Noviembre de 1952 en Queensland, Australia.