Este lunes, el Senado tratará en comisión el pliego de César Milani, jefe del Ejército, con vistas a su ascenso o no de general de división a teniente general. Sectores de la oposición y organismos de derechos humanos lo vincularon con la represión ilegal durante la dictadura cívico militar, pese a que en sus tres ascensos anteriores no se plantearon objeciones.

Se le objeta que haya participado del Batallón 601 de Inteligencia, algo que hizo desde diciembre de 1983, y se lo acusa de la desaparición del conscripto Ledo y de torturas contra otro ciudadano detenido-desaparecido por la dictadura, de apellido Olivera. La reunión de la comisión de acuerdos, que preside el chubutense Marcelo Guinle, se realizará a partir de las 9. Será en el salón Eva Perón del Senado.

En este contexto, el Partido Obrero anunció una movilización contra el ascenso del jefe del Ejército. Por Continental, el dirigente y precandidato a legislador porteño Marcelo Ramal denunció que “el Gobierno quiere ascender a un general de la dictadura. Vamos a acompañar a todos los organismos de derechos humanos que no están cooptados por la dictadura”, ironizó, en alusión a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS, entre otras ONG.

En Magdalena Tempranísimo, planteó como objetivos del Frente de Izquierda y los Trabajadores de cara a agosto “superar el piso legal” y “y hacerlo con un número importante que nos coloque con aspiraciones al Congreso”.

En ese sentido, destacó las posibilidades de la alianza izquierdista en la Capital, Buenos Aires, Córdoba y Salta, donde el Partido Obrero tiene representación parlamentaria provincial y municipal. “Según las encuestas estaríamos cuartos o quintos en Capital y en provincia, creemos que la gente aprecia una continuidad y una coherencia política, pero no bajamos la guardia porque hay elementos de confusión política, como la interna del UNEN, que compiten pero al final los de Solanas y los de Prat Gay irán juntos”, describió Ramal.