Todo quedó tal cual estaba, pero en la liga española, este fin de semana jugaban entre sí los cuatro primeros y todos, con chances de hacerse de la punta. Llegaba primero el Atlético de Madrid, con dos puntos de diferencia a su favor, sobre el Real Madrid  y el Barcelona, y tres sobre el Sevilla. Y jugados los dos partidos, todo quedó igual.

Después del empate entre el Colchonero y el Barcelona, hoy el Merengue tenía la chance de darle alcance al otro equipo de Madrid, si de local, le ganaba al cuarto: Sevilla. Y estuvo muy dejos de ello.

El primer tiempo fue del Sevilla y poco pudo hacer el Real. De la mano de los argentinos Lucas Ocampos y Papu Gómez, el equipo sevillano fue llevando la batura del partido y ninguno de los jugadores madrileños pudo imponer condiciones. Al punto que al minuto 22, Fernando lo puso en ventaja. Así fueron al entretiempo.

En el segundo tiempo ingreso Asencio en el Merengue y la disposición al ataque fue mayor. Obligado fue y a los 67 minutos el propio Asencio recibió solo por derecha y clavó el empate.

A los 73, se produjo la jugada mas curiosa del partido. Centro del Sevilla, rechazo, varios rebotes, y los jugadores sevillanos que piden mano. El Real sale de contra y Benzema queda mano a mano con el arquero que lo baja. El juez pita penal. Pero lo llaman del VAR y después de largas deliberaciones, decide cobrar el primer penal, en el rechazo que derivó en la contra hubo mano de Militao y lo que parecía penal para el Real, fue penal para para el Sevilla. Ejecutó Rakitic y 2 a 1.

El real fue desesperado pero sin ideas, y como dicen en España, se juega hasta que el Real empate: dieron 6 minutos de descuento y en cuarto de ellos le pegó Tony Kroos, rebotó en un defensor y 2 a 2. Al minuto siguiente un rebote le quedó a Casemiro, le pegó en la medialuna y salió al ladito del palo.

Terminó un fin de semana vertiginoso en el fútbol de España, y todo concluyó como el Cholo Simeone había soñado.