El pueblo abandonado al noroeste de España, Salto de Castro, está a la venta por el precio inicial de US$ 265 mil.

Su dueño, un hombre de mas de 80 años, lo adquirió en la década del 2000, con el sueño de convertirlo en una zona turística, con edificios de vivienda, una iglesia, un hotel, una escuela y un edificio cuartel que albergaba a la Guardia Civil, hoy se subasta al mejor postor.

Situado en la frontera con Portugal y a tres horas en auto desde Madrid, el pueblo abandonado ya recibió 50 mil visitas en el sitio donde fue publicada la oferta. "El propietario tenía el sueño de tener un hotel aquí, pero todo quedó en suspenso", explica Ronnie Rodríguez, de Royal Invest.

"Lo vendo porque soy un habitante urbano y no puedo cubrir el mantenimiento" del pueblo, reza el anuncio de venta del pueblo, y debido a la crisis en la eurozona fue imposible llevar a cabo el sueño del propietario.

El pueblo fantasma, fue construido por la empresa de generación eléctrica Iberduero, con la intención de albergar a las familias de los trabajadores que construyeron el embalse de la zona, en la década del 50. Una vez finalizada, sus habitantes se mudaron a zonas urbanas a principios de 1980, vaciando el pueblo.

La zona que rodea el pueblo, se la conoce como la “España vaciada”, debido a extensas zonas rurales con pocos pobladores y escasos servicios esenciales.

La propiedad estaba tasada en US$ 6,6 millones, pero sin compradores interesados y con la infraestructura dañada, su recio bajó drásticamente. Según los especialistas, se necesita unos US$ 2 millones para que el pueblo sea totalmente funcional y habitable.

Desde Rusia, Bélgica, Francia y Reino Unido llegaron interesados en comprar el pueblo, y al parecer hay un potencial inversor que habría señado el lugar. El precio de venta del pueblo entero, equivale a una propiedad de un dormitorio en las zonas adineradas de Madrid o Barcelona.