La CGT, ambas CTA (de los Trabajadores y Autónoma), los trabajadores de la economía popular (UTEP), los movimientos sociales y las multisectoriales paralizarán las tareas durante 12 horas en todo el país y se movilizarán hacia el Congreso en rechazo de las medidas económicas del Gobierno, en lo que constituirá la primera gran protesta gremial en la era Milei y una medición de fuerzas entre el Ejecutivo y los sindicatos.

Las centrales obreras y otros espacios ratificaron su total oposición a la sanción del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23 y al proyecto de ley "Bases", a pesar de sus modificaciones, porque, afirmaron, "atentan contra los derechos laborales y todas las conquistas". 

"Se trata de un ataque salvaje que afecta a los sectores más vulnerables y a los trabajadores y procura quitar derechos laborales y jubilatorios", dijeron las centrales. Héctor Daer, cotitular de la CGT, expresó que la protesta tendrá gran adhesión porque "la gente tiene bronca", lo que "trascendió al movimiento obrero para alcanzar a varios sectores de la sociedad", y añadió que existe "decepción".