Cuando el presidente viajó a La Rioja con Fabiola, la crisis política estaba superada. Los cambios en el gabinete ya habían ocurrido y allí lo esperaban un par de amigos: el gobernador Ricardo Quintela y su nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur.

Llegó a recibir apoyos y se quedó invitado a completar un fin de semana un poco mas relajante. Mientras Felipe Sola, despedido en viaje a México evitaba ir en su nombre a la cumbre de la CELAC, Alberto y Fabiola disfrutaban el tibio clima riojano.

El lunes ya deberá estar en Buenos Aires, para tomar juramento a los nuevos ministros y empezar a gestionar el tránsito hacia las elecciones de noviembre. Pero por ahora, es descanso y la protección de los gobernadores, es bienvenido.