El presidente Alberto Fernández inicia hoy una gira de particulares características, en dos potencias duramente enfrentadas a occidente al punto del riesgo bélico.

Por un lado, irá a Rusia a entrevistarse con Vladimir Putin y "agradecerle" su asistencia durante la pandemia con el suministro de las vacunas Sputnik. Rusia está en una situación de máxima tensión con occidente por la inminente invasión a Ucrania, para evitar que ese país se integre a la OTAN.

Luego de ello, Fernández se dirigirá a China, donde seguramente obtenga la foto con Xi Jingping, quien además de diversos conflictos y tensiones financieras con los paises del oeste, mantiene un litigio por la sobernía sobre Taiwán y el Mar Meridional, donde son constantes las tensiones y hasta trifulcas entre naves chinas y estadounidenses que patrullan el área.

Mientras tanto, Argentina logró hace pocos días, el apoyo del presidente norteamericano Joe Biden, para que impusle al FMI a aceptar ciertas condiciones que solicitaba nuestro país.

Esta suerte de relaciones exteriores multidireccional, no suele ser lo recomendado por los especialistas, sin embargo, no ha sido óbice hasta hoy, para que el gobierno logre ciertos objetivos en estos dos años de gestión.

De hecho, en el marco de la negociación con el Fondo, el país solicitó la ampliación del swap de monedas con China, para engrosar un poco las enflaquecidas reservas del Banco Central. Es decir, recibió auida de China y de Estados Unidos, para acordar con el FMI.