Tras varias horas de negociaciones entre Gobierno, empresarios y sindicalistas, se acordó una suba del 25 por ciento para el salario mínimo vital y móvil. Esto implica que el nuevo piso será de dos mil trescientos pesos, excluidas las asignaciones familiares. Tras semanas de declaraciones tajantes de parte de gremialistas y empresarios, y titulares advirtiendo sobre "desborde salarial", la cuestión se resolvió en menos de cinco horas de deliberación en el Ministerio de Trabajo.

El anuncio fue realizado anoche con la presencia de la presidenta Cristina Fernández y del ministro de Economía y candidato a vicepresidente, Amado Boudou.Una novedad es que el nuevo piso salarial no se elevará en forma escalonada, sino de una sola vez a partir de septiembre.

Para la jefa de Estado, “los dirigentes han estado a la altura de lo que espera la sociedad. Se observará que lo de acá no son intereses contrapuestos. Al contrario, son intereses coincidentes. No puede haber empresas sin trabajadores ni trabajadores sin empresas”, subrayó. Además, se comprometió a generar “más formalidad y más empleo” para absorber a los millones de trabajadores que todavía trabajan en condiciones precarias. Pese a todo, recordó que la Argentina tiene “el mejor salario mínimo de Latinoamérica, no sólo en monto sino también en poder adquisitivo, y me llena de orgullo que se haya podido llegar a eso por consenso”, destacó.

Por su parte, Tomada anticipó que la cartera laboral se abocará ahora a elaborar estrategias para incrementar las asignaciones familiares y modificar el tope que se puede descontar en este rubro. Es un reclamo de las centrales sindicales.