La lucha entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta por definir la principal candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, que se encarna en la puja entre Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, tiene un aditamento especial: las mediciones de imagen.

Porque aunque Macri conservase toda la potencia política de antaño, para forzar a Larreta, las estudios de campo muestran lo que puede verse en la última encuesta de Management & Fit: la imagen de Vidal tiene un diferencial de + 7,4% (positiva 44,1% negativa 36,7%), pero Bulrrich debe lidiar con un diferencial de -8,7% (positiva 34,5% negativa 43,2%).

Los especialistas consultados por el macrismo dicen que elevar la positiva es viable, pero revertir la negativa es mucho mas complejo, especialmente cuando depende de lo discursivo.

Si Patricia mantiene su discurso duro, mantendrá las adhesiones pero incrementará los rechazos, mientras que si se "ablanda" puede perder una imagen positiva, que se basa en la simpatía de los electores por la confrontación. Bullrich gana con un gobierno mas confrontativo y sectario y pierde terreno con Vidal, si el gobierno se embandera en el "pacifismo electoral".

Pero en definitiva, la búsqueda del macrismo se choca con las encuestas de imagen que la ponen a Bullrich en desventaja, incluso, si debe pelear una primaria porteña con María Eugenia Vidal.