La historia está basada en la serie de comics del mismo nombre de la empresa Millarworld (una de las adquisiciones de Netflix) y viene a romper la hegemonía de los héroes Marvel y Dc, más a tono con la línea de concepción de The Boys de Amazon.

Héroes conflictivos y conflictuados, con ambiciones, dudas y cuestionamientos morales de los que jamás tuvo que soportar Superman, ni en sus horas más oscuras. Hijos de súper héroes que crecen a la sombra de sus padres preguntándose si alguna vez estarán a la altura de ellos y de las expectativas que la sociedad ha puesto en sus hombros.

Hijos que se rebelan y que no por tener súper poderes dejan de vivir una vida de excesos. De esta manera, el legado es el leiv motiv de esta serie que vuelve a mostrarnos el lado B de los súper héroes.

Repasando, “El Legado de Jupiter” nos muestra a un grupo se superhéroes (los primeros de su tipo en la tierra), que ya llevan casi 100 años desde que adquirieron sus poderes, que ya superan los 120 años pero que todavía están activos aunque en vías de pasarle el testigo a sus hijos que no están muy convencidos de mantener los mismos valores que ellos ostentan.

El código es el nombre del cúmulo de preceptos por el que estos hombres con poderes se manejan. Reglas que les impiden gobernar y matar a sus enemigos, entre otras cosas. Este código será el eje de discusión moral de la serie a lo largo de la temporada.

La historia se va a contando en dos tiempos: la actualidad en la que los héroes se muestran divididos por la necesidad de seguir el código a pesar de que sus enfrentamientos con súper villanos terminan costándole la vida a algunos de ellos y el pasado, luego del crack del 29, cuando se explica cómo este grupo de humanos termina accediendo a poderes que los distinguirán de sus pares. Excelente factura técnica tanto en efectos, fotografía y puesta en escena.