El paro era un hecho. En las primeras horas de la tarde lo ratificaron los sindicatos del transporte. Y poco después adhirió la CGT de Hugo Moyano y también la de Luis Barrionuevo. Pero entonces la presidente Cristina Kirchner comunicó que se eximiría del pago del impuesto a las Ganancias a los aguinaldos de los trabajadores que ganen menos de 35 mil pesos. El anuncio sacudió el escenario.

La medida oficial funcionó como una respuesta directa a la presión que venían ejerciendo los gremios. Y aunque todavía no alcanzó para desactivar por completo la huelga, se suman las voces de quienes consideran que habrá que postergarla.

"Vamos a sentarnos todos juntos para buscar la mejor manera de encontrar una solución. Vamos a analizar el paro y ver qué dice la mayoría. A lo mejor se puede levantar, o no", indicó ayer el jefe de la UTA, Roberto Fernández, Coincidió en el diagnóstico hoy su par ferroviario de La Fraternidad, Omar Maturano. "Están dadas las condiciones para postergar el paro", dijo.

Maturano calificó el anuncio oficial como "un alivio para diciembre" pero dejó en claro que a los gremios del transporte les "deben una respuesta sobre la modificación de las escalas de ganancias y salarios".

"Alivio" fue la palabra que también eligió Moyano para definir el impacto de la excepción de Ganancias. Menos intransigente que su socio Barrionuevo, el líder camionero reconoció que desestimar el paro, previsto para la próxima semana, es una posibilidad.

"Nosotros hemos consultado con muchas entidades gremiales y la protesta era para que no le saquen al trabajador el dinero del aguinaldo. Como eso ha cambiado tenemos que volvernos a reunir", señaló el camionero. "Se resolverá entre mañana y el lunes", añadió desde San Juan.

Moyano no dudó en vincular la decisión de la Presidente con la presión sindical: "Creo que el ánimo del trabajador ahora está mejor". La presión que hubo en las últimas 72 horas hizo que la Presidenta decidiera no descontar el impuesto a las Ganancias".