Da la sensación que en Argentina estamos esperando algo que no va a pasar. La tan prometida segunda dosis de Sputnik V, que varios millones están esperando, ya con el tiempo vencido desde la aplicación de la primera, no parece con chances reales de llegar.

Pese a que el gobierno periódicamente anuncia que ya viene, que en tal fecha, que la semana que viene y el arco se va corriendo en cada anuncio, los rusos tienen un problema fenomenal.

Porque Moscú es un hervidero de Covid, con hospitales desbordados y muertos a montones, y un fracaso de la producción de vacunas y por ende, del plan de vacunación.

Hace solamente unos días, el vicepresidente ruso dijo respecto a la Sputinik V, que la prioridad es el pueblo ruso, y eso es evidente, especialmente en esta crisis, Putin va a preferir incumplir sus contratos con otros países que ver despedazarse su imagen pública fronteras adentro.

Si se cumplen sus expectativas y las leyes que ha hecho sancionar, Putin será el presidente que más años hayan gobernado Rusia, mas que Joseph Stalin. Y si bien esta claro que en ese país, las elecciones juegan un rol, digamos "simbólico", la pérdida de legitimidad suele traducirse en divisiones internas y golpes palaciegos dentro del propio partido de gobierno.

Putin no va a arriesgarse a eso, incluso cuando sea ocioso salir a vacunar masivamente cuando todo el mundo ya está enfermo, debe dar la señal al pueblo ruso de que hizo todo lo que pudo, y no generar la idea que vendió a terceros lo que a ellos les faltó, algo con lo que ya los rusos están especulando.

Por eso, parece muy recomendable que los cinetíficos y el gobierno empiecen a pensar una alternativa. Otra vacuna que complete el proceso de inmunización de la primera dosis de Sputinik V, resulta una necesdad imperiosa en estas latitudes.