Esta madrugada, el Gobierno nacional dio de baja la agencia de noticias estatal. Télam cesó sus operaciones después de que el presidente Javier Milei anunciara en su discurso ante la Asamblea Legislativa que la agencia había sido utilizada como un medio de propaganda kirchnerista en las últimas décadas.

La policía porteña cercó los dos edificios de Télam en la Ciudad de Buenos Aires durante la medianoche, y se programó un abrazo simbólico en defensa de la agencia para el mediodía.

El presidente justificó la medida en consonancia con su decisión previa respecto al INADI, señalando que se destinaban millones de pesos para mantener militantes pagados y anticipando el cierre de Télam en la misma línea.

El último comunicado de la agencia, fundada en 1945, fue emitido a la 1 de la mañana informando el cierre y el abrazo simbólico en contra de la decisión presidencial. Además, la página web de Télam se encuentra fuera de servicio y no es posible acceder a sus contenidos.

Se notificó al personal de la agencia que estaban dispensados de sus deberes laborales con goce de sueldo durante siete días a partir de la medianoche del domingo. El gremio denunció que el Gobierno nacional estaba llevando a cabo un ataque a la libertad de expresión al vallar los edificios de Télam para evitar el abrazo simbólico y restringir el acceso de los trabajadores.

El abrazo simbólico a los edificios contó con la participación de trabajadores de la agencia, dirigentes sindicales y representantes de diversos sectores, en protesta por el cierre anunciado por el presidente Milei.

El anuncio de cierre de Télam generó rechazo por parte de figuras de la cultura, derechos humanos, política, sindicalismo, periodismo y la sociedad civil en general.