Debora Giorgi llegó al gobierno de la mano de Ricardo Feletti, para secundarlo cuanto este tomó la Secretaría de Comercio. Ambos venían juntos de manejar las cuentas del municipio de La Matanza. 

Lo primero que ambos hicieron fue salir a congelar precios y a negociar con distintos sectores empresarios para hacerlo de común acuerdo, en la medida de lo posible. Giorgi llevaba el trabajo de negociación cotidiana. 

Ambos son muy cercanos a Cristina Kirchner, de hecho la ahora renunciada, fue ministra de Industria los dos períodos de la ex presidente. Pero eso, a esta altura, no parece ser garantía de mucho, porque en el gobierno ni el presidente ni el ministro Matías Kulfas, la querían ahí.

En lugar de negarse a recibirla, tomaron otra estrategia, jamás le firmaron el nombramiento. Giorgi estuvo 52 días ejerciendo un cargo para el que no estaba nombrada con un fuerte desgaste en las peleas con las centrales empresarias y cada día le pateaban la designación formal. 

Ayer el desgaste surtió efecto. La funcionaria nunca nombrada, renunció a un lugar que nunca tuvo y el albertismo se la sacó de encima, sin haberle dicho nunca que no. Habrá que ver como reacciona Feletti y también Cristina.