Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, fue a parar al puesto 12 de la lista de candidatos a diputados nacionales, por la Provincia de Buenos Aires, por el Frente de Todos. Y Victoria Tolosa Paz, a cargo del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, encabeza la misma lista, por ende, un área clave del gobierno, quedó sin conducción.

A partir de allí, da comienzo una carrera que promete dar que hablar, para ocupar esos espacios. El primer nombre en danza, y al que parece difícil sacarle la cartera que detentaba Arroyo, es Andrés "El Cuervo" Larroque, titular del área en la Provincia, íntimo de Cristina y Máximo Kirchner y socio fundador de La Cámpora.

El peso de Larroque es innegable y todos los demás candidatos que se mencionan, parecen mas una operación distractiva o un anhelo de Alberto Fernández que una realidad. Es que la salida de Arroyo, tan cercano al presidente como a Sergio Massa, a cambio del eventual ingreso de Larroque, es un espacio más copado por Cristina en el gabinete.

El triunfo que significó para el titular del Ejecutivo colocar a Tolosa Paz al frente de la lista en Provincia, se desvanece si a Arroyo lo reemplaza un camporista. Le dieron una victoria simbólica, y le quitaron un ministerio.

Desde la Rosada se empeñan en mencionar a Juanchi Zabaleta, intendente de Hurligham para ese lugar, personaje que no le cierra por ningún lado al kirchnerismo y al que de hecho, piensan ir a disputarle su municipio en dos años. 

Algunos en el gobierno, siempre cercanos a Fernández, hablan de Mariano Cascallares, intendente de Almirante Brown, al que le caben las mismas objeciones que a Zabaleta.

Antes del cierre de listas, el presidente se reunió con el diputado saliente Eduardo Bali Buca, y hay quienes dicen que le ofreció ese ministerio. Parece también difícil, tal vez, en todo caso, pueda ir al cargo que tenía Tolosa Paz.

Por fin, hay un nombre que puede contemporizar la cosas: Cristina Álvarez Rodríguez, la diputada que tiene tan buena relación con Alberto como con Cristina y que podría ser la prenda de paz que contemporice posiciones. 

De todos modos, la estrategia del kirchnerismo sería forzar todo lo posible con Larroque y si no logra quebrar al presidente sin una crisis, consensuar con la figura de Álvarez Rodríguez. Pero nada va a ser tan sencillo.