Antonio Guterrez, Secretario General de la ONU, criticó duramente la administración para combatir la pandemia. “130 países no han recibido una sola dosis. “En este momento crítico, la equidad de las vacunas es la mayor prueba moral que tiene ante sí la comunidad mundial”, dijo.

Además de un plan de vacunación urgente para garantizar la presencia en los países con menores recursos, el Secretario General, destacó que las principales potencias económicas (G20), deben reunirse para establecer un trabajo de emergencia junto a las empresas farmacéuticas y los actores claves de la industria y la logística.

Las altas tasas de vacunación en los países que se produce difieren mucho en las naciones latinoamericanas y en aquellos donde la inestabilidad y conflicto social reina, incluidos Yemen, Siria, Sudán del Sur, Somalia y Etiopia. Se estima que 1 % de las vacunas COVID-19 hasta ahora en todo el mundo se han administrado en los 32 países que actualmente enfrentan las crisis humanitarias más graves.

El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, cuyo país ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad este mes, reclamó al organismo más poderoso de la ONU a adoptar una resolución que pide un alto el fuego en las zonas de riesgo para permitir la entrega de vacunas COVID-19.

Los países con mayores ingresos y más desarrollados nuevamente han marcado diferencia. El coronavirus ha infectado oficialmente a más de 109 millones y ha matado al menos a 2,4 millones. Por ahora, las estadísticas marcan una cruda realidad. Los ricos se inmunizan, los pobres no.