Los recientes choques entre el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden y su par ruso Vladimir Putin, por un lado, y la diplomacia norteamericana y la china, por el otro, sumado a la reiteradas y hostiles declaraciones de Biden sobre las obligaciones chinas en materia de derechos humanos, empiezan a perfilar una tensión entre oriente y occidente, que amenaza con retroceder en el tiempo a los años de la guerra fría.