El 19 de diciembre pasado una joven denunció que fue sedada y abusada sexualmente por el conductor de un vehículo al que había contratado para desplazarse, mediante la aplicación Uber.

Luego de esa denuncia empezó la investigación, se revisaron registros fílmicos, y otros elementos e identifcaron al conductor 48 horas después. Se trata de una persona de origen peruano de 43 años, que tiene muchos viajes en su haber mediante la aplicación.

Al acusado, se le secuestraron además 24 ampollas con droga no identificada todavía, cuatro jeringas, ocho unidades de Kemanat Keterolaco de 10mg, una bolsa con una pastilla y 75 agujas, entre otros elementos.

Los abusos sexuales relacionados con choferes de la aplicación se han multiplicado en los últimos tiempos no solo en nuestro país sino en todo el mundo, en una problemática que parece acentuarse y frente a la que los estados no encuentran una solución.