Una mujer tuvo un último pedido de lo más curioso. Solicitó que su tumba fuese adornada con una estatua gigante de un pene. La mujer se llamaba Catarina Orduña Pérez y falleció a los 98 años de edad. En el pueblo la conocían como “Doña Cata” y todos la recuerdan como una mujer de mente muy abierta y bastante irreverente.