El gobierno británico de las islas Malvinas impidió recalar en el archipiélago a un crucero que viajaba con pasajeros argentinos, entre otras nacionalidades, tras argumentar que la decisión respondía a que se registraban a bordo "20 casos de gastroenterocolitis".

El hecho fue denunciado por el psicólogo argentino Luis Hauser, que viajaba en la nave al momento del infructuoso arribo, quien dijo que "el capitán del crucero se mostró sorprendido porque dijo que fue una decisión sin precedentes y la consideró errónea por el bajo número de casos con la enfermedad". Y lo consideró una posible “decisión política como represalia por el acuerdo regional del Mercosur de impedir” que entren a sus puertos las embarcaciones que lleven la bandera británica de Malvinas.