La situación en el gobierno es desesperante. No hay especialista médico que no indique es momento de parar la circulación de personas. El virus esta desbordado, los contagios son más que nunca, las camas de terapia intensiva están en ocupaciones por encima del peor momento del año pasado y la vacunación no llegó.

De hecho, parece un error correr para vacunar, ya esa tarde. El problema es que el gobierno perdió legitimidad para cerrar con el prolongado cierre del año pasado y sus consecuencias: económicas y psicológicas. Además, es año electoral y Alberto Fernández n oestá dispuesto a pagar las consecuencias.

Por otro lado, el gobierno está presionado desde CABA y Provincia de Buenos Aires, con posturas totalmente diferentes. Horacio Rodríguez Larreta quiere cerrar lo menos posible, su base electoral lo exige. Axel Kicillof, quiere cerrar lo más posible. ¿Que hacer?.

Por otro lado ¿alguien va a cumplir si se cierra? Si no se cumple ¿el gobierno esta dispuesto a mandar preso a medio país?. Claramente la situación es alta gravedad, pero la política mete la cola.