En el último día de la etapa de testigos mientras en las afueras del recinto se escuchaba el canto de algunos vecinos en el juicio sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa, declararon dos de los imputados, Lucas Pertossi y Blas Cinalli. Ambos hicieron hincapié en la situación que viven desde hace tres años y le apuntaron a los abogados de la víctima.

El primero en comenzar a hablar, antes de las dos de la tarde fue Pertossi, mientras afuera del recinto se escuchaba el canto de algunos vecinos: “¡Asesinos!”. En su declaración remarcó especialmente que se encontraba bajo los efectos del alcohol, que no participó del tumulto dentro del boliche Le Brique y que afuera le dio dos patadas a un chico porque “había agarrado del pie a un amigo”.

Por otra parte, como gran parte de la defensa de los acusados, recurrió a contar que pasa por un mal momento personal y que está bajo tratamiento psiquiátrico y psicológico. "En ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, no lo toqué, en ningún momento participé de un plan de asesinato, sólo fui de vacaciones. Nunca tuve intención de quitarle la vida a nadie”, cerró el acusado.

Luego, tomó la palabra Cinalli, quien se identificó en uno de los videos que presentó la fiscalía sobre la agresión a Báez Sosa y, a continuación, pidió él mismo que se proyecte un video, en el cual se pudo ver al abogado Fernando Burlando en diversas declaraciones a los medios en las que trató al grupo acusado de “hijos de puta” y “energúmenos”, entre otras cosas.

“Eso es lo que viví en tres años. Una falta de respeto, no solo para mi madre, sino para todos los imputados. No le voy responder preguntas al particular damnificado. A la fiscalía voy a responder solo lo que se vincule a mí”, comentó sobre el abogado de la familia de la víctima, antes de comenzar a relatar su versión de los hechos.

Además, sostuvo que le pegó a otro chico porque este había golpeado a un amigo suyo y además lo había agarrado a él del pie. Por último le consultaron sobre uno de los mensajes que envió tras el ataque en el que dijo “creo que matamos a uno”, mientras se dirigía al hotel donde se hospedaba: “Repetía lo que decía la gente. En el momento no tenía dimensión de lo que está pasando, para mí la gente hablaba de otra pelea”.