Personal de la Policía de la Ciudad patrullaba las calles de Saavedra cuando escuchó los gritos de una mujer que pedía auxilio porque su vida corría peligro: su expareja la amenazaba con un arma de fuego e intentó dispararle dos veces. Salvó su vida de milagro. Uno de los uniformados bajó rápido de la camioneta y dio la voz de alto, pero como el agresor no se detuvo y corría a la víctima, disparó con su pistola reglamentaria. El atacante quedó tendido en la calle.

“Siento que me gatillan en la cabeza. Recuerdo lo que pasa delante de mío, él estaba intentando hacer funcionar el arma y la bala no salía. Yo creí que era un arma de juguete, creo que en el momento le digo “qué estás haciendo" y cuando me doy cuenta a de su intención era gatillar veo que viene el patrullero. Gracias a Dios está la policía. Gracias a Dios esas balas no salieron", relató Dana Pontoriero, en el móvil con Marcela Ojeda. 

“El lunes me estuvo esperando en la esquina de mi casa unas cuantas horas porque quería hablar conmigo, y yo le dije que no tenía nada más que hablar con él. Ese día hubo un pequeño forcejeo. Fue su primera actitud violenta, un patrullero pidió que lo demoren pero yo no hice la denuncia”, agregó Pontoriero.