La vicepresidenta Cristina Kirchner, en su furiosa carta de descargo en medio de la crisis política con el presidente Alberto Fernández, había advertido que no podía seguir tolerando lo que ella juzgaba, eran operaciones en su contra el vocero presidencial, ahora dimitido, Juan Pablo Biondi .

"No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí" escribió Cristina y luego le regaló un párrafo completo de su carta: "A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan ... el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación es un raro caso:..  un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz ¿O tiene alguna otra función que desconocemos ¿la de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio" .  

Biondi era un hombre clave para el presidente Fernández y haberlo dejado ir, indica la necesidad de acordar con Cristina un camino de retorno a la crisis.