El problema de los diseños estratégicos es mirarlos bajo un cristal ideológico. Una estrategia puede ser exitosa o ser un fracaso, pero no es buena o mala o sí misma. No lo dijo Stalin sino el mítico secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger: en las relaciones internacionales los países son como bolas de billar, se juega sin analizar lo que tienen adentro. Realpolitk se lo llamó.