El gran rival era la altura, y Boca le ganó bien. Los jóvenes le dieron el aire que necesitaba para generar un puñado de situaciones y controlar a un pobrísimo rival. El Xeneize se impuso por 1 a 0 en La Paz en su debut por Copa Libertadores frente a The Strongest, con un gran gol de Sebastián Villa en los primeros minutos del partido.

El trámite lento y cansino del partido fue una buena señal para el equipo de Miguel Ángel Russo. The Strongest intentó tener la pelota pero no le imprimió nunca ritmo al juego y por ende no aprovechó la altura. Y Boca, no realizó un desgaste físico grande, teniendo en cuenta las circunstancias. Cerró espacios y esperó para meter la estocada de contraataque.

Esa estocada llegó muy rápido, lo que contribuyó a la tranquilidad que ya reinaba. A los 11 minutos, Agustín Almendra jugó un pase incisivo para Villa que picó y se metió al área por el sector izquierdo, enganchó hacia adentro, luego hacia afuera, se deshizo de su marcador y fusiló al arquero con un remate arriba.

El colombiano fue el único hombre del partido que generó desequilibrio en ataque. Tras el tanto, el Xeneize tuvo uno minutos en los que tomó la pelota y la hizo correr sin que sus futbolistas realicen grandes desplazamientos. De ese modo conservó aire y además impidió una reacción inmediata del rival al tanto en contra. El único modo en el que el conjunto boliviano pudo generar algún mínimo riesgo fue mediante remates lejanos.

A partir de los 18 minutos, el local volvió a hacerse de la pelota. Si bien la hacía circular muy lentamente, Boca comenzó a replegarse cada vez más. Pero el local no mostró ninguna capacidad para crear daño. Ni siquiera propició espacios para los remates lejanos, sino que los sacó sobre el rival o desde muy lejos, con pocas probabilidades reales de encontrar el arco.

En la segunda mitad, el retroceso del equipo argentino se hizo más evidente, pero del mismo modo, los bolivianos se adelantaron y Villa tuvo dos chances claras de sentenciar la historia. La primera una corrida notable por la izquierda que definió bien con cara interna al segundo palo y se fue muy cerca. En la segunda se sacó de encima a un rival aprovechando una pelota peinada por Franco Soldano y tomó la mala decisión de querer picarla ante la salida del arquero que estaba muy encima.

Eso fue en el arranque del complemento. Y luego, no pasó prácticamente nada más. El Xeneize solo sufrió el cansancio, pero ninguna ocasión en contra. Enfrentó a una condición geográfica dificilísima pero ese fue su único contrincante en la cancha. The Strongest mostró todo tipo de carencias técnicas y en el segundo tiempo no llegó ni una sola vez.

Seguramente, en la vuelta en el llano, se verá una diferencia grande. El equipo de Russo arrancó con el pie derecho incluso ante sus múltiples ausencias. Es una enorme incógnita qué sucederá cuando los más experimentados estén para volver y compitan con el buen rendimiento que muestran por ahora los más jóvenes.

La semana que viene tiene un partido clave: recibirá a Santos en La Bombonera el martes a las 21.30. La relevancia del partido es grande para el conjunto de La Ribera, pero es aún mayor para los brasileños que perdieron la primera fecha de local ante Barcelona.