Solo, sin tener adversarios especialmente complejos, Boca se generó complicaciones. Otra vez, en este caso como local, no pudo con Barcelona de Guayaquil. El equipo argentino tuvo un flojísimo primer tiempo y pese a que mejoró levemente en el complemento, el encuentro terminó 0 a 0. Ahora, deberá ganarle a The Strongest en la última fecha como local para no depender de nadie.

El conjunto ecuatoriano salió dispuesto a jugar el partido sin mayores cuidados que los que tomó en el resto de la competencia. Le robó la pelota al Xeneize, la manejó muy correctamente y tuvo la creatividad como para elaborar buenas jugadas.

A los 9, un error grosero pudo costarle carísimo a Boca. Un pase atrás de Jorman Campuzano le quedó a Carlos Garcés quien cedió para Damian Díaz. El argentino, forzado, definió bien de zurda pero Esteban Andrada despejó.

Y unos pocos minutos después, tras otra buena jugada colectiva, Michael Hoyos consiguió sacar un remate que pudo ser peligroso, pero tras un roce en un jugador de Boca que el árbitro no vio, la pelota salió alta.

El primer tramo de partido del equipo de Miguel Ángel Russo fue sumamente preocupante. Sin ideas y sin una postura clara: no se paró como para esperar y salir de contraataque y no estuvo ni cerca de manejar la pelota y elaborar juego asociado.

Recién alrededor de los 20 minutos, Boca empezó a insinuar alguna posible acción ofensiva, mediante transiciones veloces. Pero, de todos modos, no fueron bien finalizadas.

A los 28, nuevamente llegó Barcelona. Mario Pineida, de lo más destacado en el visitante, apareció totalmente solo en el área, remató de media vuelta y Andrada la mandó al tiro de esquina con una floja respuesta.

Un rato después, tras un mal posicionamiento de los volantes de Boca, Hoyos recibió en posición de centro delantero, abrió de cachetada para Díaz pero el 10 definió mal. Y a los 42, otra vez, en este caso de contraataque, el ex Rosario Central y Boca picó en diagonal, recibió una buena habilitación de Leandro Martínez, pero nuevamente falló en la definición. Quiso gambetear al arquero, la abrió demasiado y remató muy mal.

Los ecuatorianos merecieron irse en ventaja al entretiempo. En el segundo tiempo, la postura del equipo de Russo cambió. Sin mucha frescura ni creatividad, se adelantó y mantuvo el juego un rato largo en campo rival.

A los 18 tuvo su primera y única oportunidad: tras un centro de Sebastián Villa desde la izquierda, un central ecuatoriano la peinó, distrajo a Javier Burrai y por detrás de todos, sin arquero, Lisandro López la tiró por arriba.

El conjunto de Guayaquil tuvo un rendimiento muy malo en la segunda etapa. Lejos de la versión mostrada en el primer tiempo, fue arrastrado por el Xeneize contra su área y nunca pudo mantener la posesión de la pelota por más de unos segundos. Pero, aún así mantuvo el resultado que buscaba, dado que el empataba lo clasificó a la próxima fase.

Boca se generó una obligación compleja. No por el rival; enfrentará a The Strongest que no consiguió sacar un sólo punto de visitante y no reviste mayor complejidad. Pero, sí por la circunstancia: debe ganar para asegurarse la clasificación.

Si empata o pierde, dependerá de lo que suceda en el duelo entre Barcelona y Santos, que se jugará en Guayaquil, en el que el equipo ecuatoriano jugará ya clasificado y el brasileño con la necesidad de ganar para tener chances de pasar.