No es el gran candidato, pero tiene que asumir un rol protagónico por historia, por presente y por necesidad. La Selección Argentina inicia un nuevo camino en el certamen continental que se le niega desde 1993.

Enfrenta a Chile, un equipo contra el que tiene una rivalidad reciente, justamente acuñada en instancias decisivas del torneo que inicia: la Copa América. Los dos equipos que se enfrentaron en la final del torneo continental de selecciones en 2015, en Chile y en 2016, en Estados Unidos, han desarrollado cierto clima de clásico cada vez que se enfrentan.