Los videos de distintos civiles disparando a manifestantes mientras son escoltados por policías generaron indignación, suscitaron un llamado de atención de la ONU y recordaron el pasado traumático del paramilitarismo, los ejércitos ilegales contrainsurgentes que, con la complicidad del Estado y muchas veces en alianza con el narcotráfico, mataron más personas que cualquier otro grupo armado durante la guerra.