Boca – River es un partido de trascendencia mundial. Independientemente del presente de los equipos, que en este caso, además, es un aditamento, tiene un sabor especial. Desde la 17 y con una gran transmisión de Continental chocarán el equipo de Miguel Ángel Russo con el de Marcelo Gallardo, con todo lo que eso implica.

El presente es algo efímero. Al mencionarlo, ya pasó. Por eso hablar de actualidad respecto a este encuentro puede ser un tanto tramposo. Boca viene de ganarle 7 a 1 a Vélez en uno de sus partidos más formidables en el último tiempo y River viene de caer como local ante un Argentinos Juniors que hasta el partido en El Monumental no tenía un solo punto. Con esa guía, Boca parece un candidato excluyente.

Sin embargo, el juego de River es superior desde hace un largo tiempo. El conjunto de Gallardo, tiene, además, cierta predisposición positiva contra su clásico rival en los últimos años. Las cinco eliminaciones mano a mano así lo indican. Aunque, por torneos locales, de los últimos seis enfrentamientos, el Millonario ganó dos, el Xeneize también se impuso en dos ocasiones y hubo dos empates.

Es muy complejo elucubrar sobre los posibles equipos que pararán ambos en cancha. El entrenador de River ha hecho un culto del ocultismo antes de cada partido frente a su clásico rival, que ha tenido un efecto mucho más psicológico que futbolístico en varios de los choques. Y, en este caso, Boca parece haberse subido al ring para afrontar la misma pelea. La duda sembrada respecto a la titularidad de Carlos Tévez, que padeció un golpe en el tobillo, y la Edwin Cardona, con alguna molestia muscular, parecen responder mucho más a este juego de ajedrez previo, que a incógnitas reales.

En el equipo de Núñez estará para volver en el lateral izquierdo Fabrizio Angileri, quien por una situación familiar se perdió el último encuentro. Eso desembocaría en la salida de Alex Vigo en la derecha, y en el corrimiento de Milton Casco a esa posición. Además, Jonatan Maidana tiene chances de ser titular. El ex Boca, que regresó al club desde Toluca recientemente, ingresó por Robert Rojas en el último partido para controlar al corpulento delantero paraguayo de Argentinos, Gabriel Ávalos, y cumplió su tarea con creces. Ese antecedente cercano y su experiencia para esta clase de partidos lo colocan en una posición favorable.

En el conjunto de La Ribera, si ambos jugadores tocados llegan en condiciones, se repetirá el mismo equipo que la semana pasada. El medio seguirá compuesto por Cristian Medina, Jorman Campuzano y Edwin Cardona, pese a que en algún momento de la semana Russo especuló con la posibilidad de colocar a Nicolás Capaldo en esa zona, para reforzar un poco más la marca, y colocar a Leonardo Jara en el lateral derecho.

En términos de puntos y dado que aún falta bastante, el clásico no será decisivo para el campeonato. Pero en el futuro de ambos, en el estado anímico y el envión con el que afronten el tramo final de la fase inicial de la Copa de la Liga Profesional, definitivamente será un partido relevante. Independientemente de ello, el choque de estilos en sí mismo es una circunstancia para disfrutar.